Vinieron primero por los comunistas, y yo no hable porque yo no era un comunista.
Luego vinieron por los judíos, y yo no hable porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no hable porque yo no era un sindicalista.
Luego vinieron por los católicos, y yo no hable porque yo no era católico.
Luego vinieron por mi, y para ese momento no había nadie con quien hablar.